Servir con lo que tenemos

En 1º Crónicas 29:1-3, 7,9 leemos estas palabras del Rey David:

• “Después dijo el rey David a toda la asamblea: Solamente a Salomón mi hijo ha elegido Dios; él es joven y tierno de edad, y la obra grande; porque la casa no es para hombre, sino para Jehová Dios. Yo con todas mis fuerzas he preparado para la casa de mi Dios, oro para las cosas de oro, plata para las cosas de plata, bronce para las de bronce, hierro para las de hierro, y madera para las de madera; y piedras de ónice, piedras preciosas, piedras negras, piedras de diversos colores, y toda clase de piedras preciosas, y piedras de mármol en abundancia. Además de esto, por cuanto tengo mi afecto en la casa de mi Dios, yo guardo en mi tesoro particular oro y plata que, además de todas las cosas que he preparado para la casa del santuario, he dado para la casa de mi Dios: tres mil talentos de oro, de oro de Ofir, y siete mil talentos de plata refinada para cubrir las paredes de las casas; oro, pues, para las cosas de oro, y plata para las cosas de plata, y para toda la obra de las manos de los artífices. ¿Y quién quiere hacer hoy ofrenda voluntaria a Jehová?...Y dieron para el servicio de la casa de Dios…y se alegró el pueblo por haber contribuido voluntariamente, porque de todo corazón ofrecieron a Jehová voluntariamente”

Nuestro servicio a Dios no debiera estar limitado por ninguna circunstancia.

• ¿Podemos decir que somos jóvenes?... Salomón lo era (Vs. 1)
• ¿Podemos decir que no sabemos cómo hacerlo?... David lo hizo con todas sus fuerzas (vs2)
• ¿Podemos decir que tenemos falencias?... David las tuvo, pero Dios le puso un límite, no él mismo (1º Crónicas 28:3).  Si Dios fija un límite, proveerá un sustituto (1º Crónicas 28:6)
• ¿Podemos decir que ya no tenemos recursos?... Tenemos la oportunidad de  incentivar a otros a servir (vs. 5)

Debemos hacer para y por el Señor todo lo que esté en nuestro corazón y en nuestras manos. Cuando El desee que nosotros no sigamos sirviéndole, nos lo dirá de alguna manera...

Lo importante es que tengamos el sentir de David hacia la Obra de Dios:

• “Porque la casa no es para hombre, sino para Jehová Dios...Además de esto, por cuanto tengo mi afecto en la casa de mi Dios...” (vs. 1d y 3a)

Recordemos: Nada de lo que hagamos para el Señor será en vano...y El se ocupará de aquello que nosotros no podamos hacer