El escritor José Ingenieros dijo lo siguiente:
“La conformación a los catecismos ajenos resulta fácil para los hombres débiles, crédulos, timoratos, sin grandes deseos, sin pasiones vehementes, sin necesidad de independencia, sin irradiación de su personalidad: es inconcebible, en cambio, en las naturalezas idealistas y fuertes, capaces de pasiones vivas, bastante intelectuales para no dejarse engañar por la mentira de los demás.”
Remy de Gourmont, dijo: “Puede acordársele el valor de una moda a la que uno se resigna por no llamar la atención pero sin interesar el ser íntimo y sin hacerle hacerle ningún sacrificio profundo”
¡Cuántas veces podemos llegar a ser prisioneros de una moda o de una tendencia que el mundo nos marca!... Nos dejamos llevar por lo que se usa, por un estilo de vida, por una costumbre, para ser como los demás...
Hace unos días escuché a unas jóvenes decir lo siguiente acerca de un programa televisivo de última moda de escasa moralidad y dudosa inteligencia: “Lo miramos porque si no, ¿qué tema de conversación tendríamos en la universidad y en el trabajo, ya que todos lo miran y hablan de él?”
Alguien dijo: “No tardará en transigir con el fin, quien está dispuesto a transigir con los medios”
La Biblia nos dice lo siguiente acerca de estas cosas:
“Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta” (Romanos 12:1-2) “Como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia; sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir” (1ª Pedro 1:14.15)
Vivimos rodeados de cosas, situaciones y tentaciones que nos pueden llevar a seguir modas o actuar de maneras que nos hagan olvidar cual es la finalidad de nuestras vidas... pero deberíamos tener en cuenta que la Biblia nos enseña a acercarnos más a Aquel que puede ayudarnos en todo lo que necesitemos...
“Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia para el oportuno socorro” (Hebreos 4:16)
R. Maria Rilke dijo: “Convierte tu muro en un peldaño”
El Salmo 17:5 dice así: “Sustenta mis pasos en tus caminos, para que mis pies no resbalen”
Recordemos: Dios está allí, dispuesto a sostenernos para que nuestras vidas lo honren a El... ¡Busquemos su ayuda para lograrlo!