¿Cómo opinamos de los demás?

Es llamativo seguir de cerca los campeonatos deportivos de cualquier especialidad: cuando el jugador o el equipo tiene posibilidades de salir campeón, es un crack, un ídolo, es fantástico, maravilloso... si en el transcurso del evento su suerte cambia y pierde partidos, o aún la posibilidad de llegar al podio, se convierte en un inútil, no merece estar donde está, no sirve para nada, recibe toda clase de insultos y denuestos... ¡Esto ocurre de parte de los encargados de relatar los juegos y de los propios simpatizantes del equipo o jugador en cuestión!

¿Cómo puede variar así la opinión de las personas?

El apóstol Pablo lo vivió en su paso por la isla de Malta...

Lo recibieron bien

• “Y los naturales nos trataron con no poca humanidad; porque encendiendo un fuego, nos recibieron a todos, a causa de la lluvia que caía y del frío” (Hechos 28:2)

En unos minutos lo consideraron un criminal

• “Entonces, habiendo recogido Pablo algunas ramas secas, las echo al fuego; y una víbora, huyendo del calor, se le prendió en la mano. Cuando los naturales vieron la víbora colgando de su mano, se decían unos a otros: Ciertamente este hombre es homicida, a quien, escapando del mar, la justicia no deja vivir” (Hechos 28:3-4)

Apenas un rato más tarde, lo transformaron en un dios

• “Pero él, sacudiendo la víbora en el fuego, ningún daño padeció. Ellos estaban esperando que él se hinchase, o cayese muerto de repente; mas habiendo esperado mucho, y viendo que ningún mal le venía, cambiaron de parecer y dijeron que era un dios” (Hechos 28:5-6)

Luego, se aprovecharon de sus dones

• “Y aconteció que el padre de Publio estaba en cama, enfermo de fiebre y de disentería; y entró Pablo a verle y después de haber orado, le impuso las manos, y le sanó. Hecho esto, también los otros que en la isla tenían enfermedades, venían y eran sanados” (Hechos 28:8-9)

Finalmente lo idealizaron y honraron

• “...los cuales también nos honraron con muchas atenciones; y cuando zarpamos, nos cargaron de las cosas necesarias” (Hechos 28:10)

Todo esto ocurrió en el transcurso de pocos días

• “En aquellos lugares había propiedades del hombre principal de la isla, llamado Publio, quien nos recibió y hospedó solícitamente tres días” (Hechos 28:7)

Sus opiniones se basaban en lo que veían en el momento, sin conocer lo que pasó antes, ni los planes de Dios para después...

Recordemos: Debemos tener cuidado al observar y hacer apreciaciones acerca de  lo que les ocurre a los demás, para no caer en juicios apresurados.